Las fuerzas nacionalistas vascas y el PSE celebraron que Batasuna empiece a desmarcarse de la violencia al calificar de "muy graves" los atentados de Barañain (Navarra) y Getxo (Vizcaya). Distintos portavoces de los partidos vascos, excepto el PP, valoraron la declaración del dirigente aberzale Joseba Permach como un "primer paso".

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate (PNV), se congratuló de que Batasuna acepte que con la violencia no se va "a ninguna parte". El líder del PSE, Patxi López, subrayó que la formación ilegal nunca antes había reconocido como "muy graves" actos de kale borroka.

Pero Batasuna endureció ayer su discurso. El portavoz de la formación, Pernando Barrena, denunció ayer que el Gobierno "lo está haciendo muy mal", porque sigue deteniendo a personas acusadas de cooperar con ETA.