Un mes para encontrar un candidato para presidir Navarra. Ese es el plazo marcado ayer por el Parlamento foral tras constatar que la tercera ronda de consultas finalizó sin que ningún partido se atreviera a presentar un candidato. Nadie ha logrado hasta ahora concitar apoyos suficientes para garantizar su elección, aunque UPN parece la mejor colocada para un gobierno en minoría.

La presidenta del Parlamento de Navarra, Elena Torres, ya no volverá a reunirse con los partidos. Tras mes y medio de negociaciones frustradas entre socialistas, Nafarroa Bai (Na-Bai) e IUN, ahora esperará hasta el 18 de agosto para comprobar si alguna fuerza se pone en contacto con ella. En este nuevo periodo negociador es momento de buscar, con fecha límite, los apoyos suficientes para proponer un candidato. Y si nadie lo hace, Navarra volverá a las urnas, posibilidad que no hay que descartar. La propia Torres consideró complicado que haya acuerdos este mes, porque por el momento "nadie apoya a nadie".

UPN, la marca electoral del PP en Navarra, es la mejor colocada tras la decisión del PSN de romper las negociaciones para un gobierno alternativo. Los regionalistas quieren mantener la presidencia mediante un pacto con socialistas, CDN y IUN. Todos menos Nafarroa Bai.

El candidato de UPN, Miguel Sanz, declaró que percibe que el PSN "es favorable" a llegar a un acuerdo que le permitiría gobernar con "garantía de estabilidad institucional". Incluso afirmó que el candidato socialista Fernando Puras le garantizó que no habrá moción de censura pasadas las elecciones generales, una hipótesis que había cobrado fuerza tras demostrarse imposible que se firme ahora un acuerdo para desbancar a UPN.

Aunque Puras compareció ayer para asegurar que el PSOE no ha influido en su decisión de romper las conversaciones, el secretario de organización, José Blanco, aseguró poco después que su partido apuesta por "facilitar las cosas" para alcanzar un pacto con UPN "que apueste por la convivencia". No obstante, advirtió de que esperan disculpas de los regionalistas por acusarles de vender Navarra a ETA.

NUEVAS ELECCIONES Si para el 18 de agosto ningún partido ha logrado concitar apoyos, el Parlamento foral comunicaría al presidente del Gobierno en funciones la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas. La posibilidad de llegar a ese punto no es vista con malos ojos por Nafarroa Bai, que considera que llegaría reforzada por ser una coalición "en ascenso". Tampoco UPN tiene miedo a la repetición, ya que confía en un batacazo electoral de los socialistas.

El dirigente de IUN José Miguel Nuin adelantó que solicitarán nuevas elecciones si el PSN decide finalmente facilitar el Gobierno a UPN mediante su abstención o voto a favor. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, expresó su "indignación" por la decisión socialista, que tachó de "fraude" a la voluntad de cambio de las urnas.