El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, se mostró partidario de derogar las leyes de amnistía y obediencia debida en las que se ampararon los responsables de la dictadura militar para no ser procesados por torturas y desapariciones de 30.000 personas sólo "porque pensaban diferente", en palabras del propio político.

En declaraciones al diario The Washington Post, Kirchner declaró: "Argentina tendrá tribunales independientes". La presión de los militares llevó al expresidente Menem a promulgar leyes para rebajar penas a oficiales ya condenados y a impedir el juicio de otros.