El director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, insinuó ayer que la causa del suicidio de Elisángela Barbosa, la expareja sentimental del confidente Francisco Javier Lavandera Villazón, Lavandero , habría que atribuirla a "los problemas personales" entre la joven brasileña fallecida y Lavandero , con quien tuvo un hijo. Lavandero fue el confidente de la Guardia Civil que en el 2001 alertó a la Benemérita de la existencia de una red de tráfico de explosivos en Asturias.

Gómez Arruche afirmó que, en cualquier caso, la difusión de la identidad de Lavandera a través de una nota de la Guardia Civil, con lo que ello podía afectar a su seguridad, no está relacionada con el suicidio.

CONCLUSION En la investigación de la muerte de Barbosa, casi todo parece ya resuelto. Fuentes policiales confirmaron que no les cabía "ninguna duda" de que la mujer "se suicidó". La policía llegó a esta conclusión tras tomar declaración a compañeros de la fallecida que estuvieron con ella la madrugada del viernes y hasta poco antes de que entrara en el mar.