La decisión de CiU de no apoyar los Presupuestos del Estado rompe con una tradición. Hay que suponer que hay discrepancias profundas entre CiU y el PP. Sin embargo, la coincidencia con la campaña electoral hace sospechar que CiU puede actuar con un exceso de coyunturalismo. CiU quiere alejarse del PP a cualquier precio para presentar una nueva imagen mucho más coherente con su discurso nacionalista. Probablemente ha llegado tarde. No se puede cambiar en seis meses la actuación de los últimos tres años.