Tras siete meses en estado de hibernación, el proyecto de ley de la memoria histórica vuelve al debate parlamento envuelto en el interrogante sobre el grado de respaldo que recibirá la norma y con el abierto rechazo del PP y ERC. La ponencia de la iniciativa, que se constituirá hoy en la comisión constitucional del Congreso, permitirá calibrar el entusiasmo por la ley. CiU ha endurecido su postura crítica y es probable que en la sesión de hoy rehúse escenificar la unidad en torno al texto que pretende darle el PSOE, aunque más adelante apoye ciertos artículos. Los populares mantienen su rechazo a la iniciativa, pero no descartan apoyos concretos.

El texto que será sometido a discusión recoge la condena expresa al franquismo, abre una vía para revisar sentencias de la dictadura y eleva a política pública la recuperación de la memoria histórica. El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, insistió en que la ley busca cerrar las heridas de la guerra civil y confió en que el PP y ERC accedan a sumarse a la norma, aunque solo sea de modo parcial. Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ya pronosticó que el proyecto traerá "líos y divisiones".