"Realidad nacional" en el preámbulo y "nacionalidad histórica" en el articulado. Esta es la fórmula --propuesta por el PSOE-- escogida finalmente para la denominación de Andalucía en su nuevo estatuto. La propuesta cuenta sólo con el apoyo de IU, ya que PP y Partido Andalucista (PA) han decidido mantener sus enmiendas en el dictamen, que será aprobado el 20 de abril por la Comisión de Desarrollo Estatutario antes de que sea aprobado por el pleno del Parlamento autonómico y sea remitido al Congreso en mayo.

El informe fue ratificado ayer por socialistas e IU, que impondrán su mayoría de tres quintos para que el texto salga adelante. El PP ha decidido quedarse al margen, por no compartir las "hipotecas nacionalistas" que supone el nuevo texto, que ayer mismo fue definido por el secretario general del PP, Angel Acebes, como una muestra de "la generalización del modelo catalán". La otra cara de la moneda la representan los andalucistas del PA, que consideran que es un texto "a la baja" que "traiciona el espíritu del 28-F fecha del referendo del primer estatuto, en 1980 y los intereses andaluces".

Tras aprobar la inclusión en el texto de una ley que regule la participación de los ayuntamientos en los tributos regionales y el reconocimiento de la renta básica según la redacción original del artículo 23.2, los grupos se han centrado en la denominación de la comunidad, uno de los principales escollos en la negociación (junto a la financiación y las competencias).

Ayer, todas decidieron mantener sus enmiendas a la denominación incluida en el texto, de manera que se intente "buscar el consenso en los próximos días y añadir una enmienda transaccional en los trabajos de la comisión", según explicó su presidente, el socialista Manuel Gracia.

Muestra de esta voluntad de acuerdo es que se han aceptado un centenar de enmiendas del resto de formaciones, según indicó el socialista Gracia.