Finiquitado el último reducto de la teoría de la conspiración. El PP y sus medios afines creyeron encontrar en la "manipulación" de un informe sobre el ácido bórico la prueba definitiva que demostraba que ETA estaba detrás de la masacre del 11-M. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid desmontó ayer esta hipótesis al absolver a los cuatro mandos policiales que rehicieron el informe y, por contra, asegurar que la decisión de relacionar etarras e islamistas en virtud del hallazgo de esta sustancia "carece de rigor científico" y solo pretende influir en la investigación y la opinión pública.

Dos agrupaciones de víctimas (AVT y Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M) y el sindicato ultraderechista Manos Limpias pedían que los cuatro máximos responsables de la policía científica fueran condenados a seis años de cárcel por haber "falsificado" un informe de tres peritos a su cargo que incluía unas observaciones que vinculaban a ETA y los islamistas porque en dos pisos francos relacionados con ambas organizaciones se había encontrado ácido bórico. Era la única vez que los defensores de la teoría de la conspiración habían logrado sentar en el banquillo a mandos policiales por tapar, naturalmente siguiendo las órdenes del Gobierno, la huella de ETA en la mayor masacre en España.

ENTRAR EN LA DISCUSION Pero la Audiencia no solo absuelve a los acusados, sino que se muestra especialmente crítica con el perito Manuel Escribano por incluir observaciones que "escapan a la ortodoxia" de un mero análisis químico --que era lo que le encargaron sus superiores-- y entran "de lleno en la disputa" sobre la posible vinculación entre los etarras y el 11-M. "No parece razonable completar la pericia con especulaciones que carecían de rigor científico. El hecho de que apareciera en un piso de un miembro de ETA una pequeña cantidad de ácido bórico, sustancia que tiene usos domésticos y que suele vincularse en el ámbito delictivo con el corte de droga, nada iba a aportar a la investigación de un delito de terrorismo y en cambio sí iba a generar confusión y turbiedad en la investigación y la opinión pública", asegura el tribunal.

En opinión de los jueces, si Escribano hubiera actuado de "buena fe" tendría que haber reseñado que nunca se han encontrado vínculos entre el ácido bórico y las bombas. Una de los peritos que participaron en el informe llegó a reconocer en el juicio que la comisaría científica nunca había hallado esta sustancia como componente de artefactos pero que, al igual que se utiliza para enmascarar el olor de pies o conservar gambas, también puede servir para que los perros no detecten los explosivos o para preservarlos.

Sin embargo, según la sentencia, "no consta dato alguno" que acredite que "la pista del ácido bórico" propició alguna línea "fructífera" de investigación en el proceso del 11-M.

INSTRUCCION ENTORPECIDA Pese a ello, las acusaciones usaron la vista oral como una segunda instancia de aquel juicio, al insinuar que las víctimas están dolidas porque las fuerzas de seguridad han entorpecido la instrucción, lo que ha dificultado el conocimiento de "toda la verdad". El fiscal, que pidió la absolución de los mandos policiales, les recriminó por dicha actitud.