Nuevos restos humanos encontrados ayer durante las tareas de desescombro del edificio de Leganés donde se inmolaron los terroristas islámicos participantes en la matanza del 11-M llevaron ayer a los expertos a suponer que los terroristas muertos pueden ser seis y no cinco.

El Ministerio del Interior recomendó cautela, a la espera de los análisis que están realizando los forenses a las órdenes de la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, porque puede tratarse de restos de los cinco ya contabilizados. Fuentes de Interior descartaron que se tratara de algún vecino que hubiera desatendido la orden de desalojo. En Ceuta fue detenido otro marroquí, Fadual el Aquili, implicado en los atentados.

Los nuevos restos humanos fueron hallados entre los cascotes del edificio situado entre las calles de Irene Fernández y Carmen Martín Gaite del barrio de Zarzaquemada. Fuentes policiales especularon con que pertenecieran a un terrorista que inicialmente se daba por fugado. Hay que tener en cuenta que los agentes de la brigada de información antiterrorista habían detectado a seis activistas y que algún testigo ha asegurado que un sospechoso echó a correr.

RESTOS IDENTIFICADOS Hasta ayer habían sido identificados con toda fiabilidad los restos de cuatro fallecidos. Se trata de los cabecillas del grupo islámico que perpetró los atentados Sarhan ben Abdelmajid Fajet, el Tunecino ; Jamal Ahmidam, el Chino , y de los también activistas Abdenabi Kunjaa y Asri Rifat Anuar, del que no se había dictado orden de busca y captura internacional.

El quinto cadáver fue hallado la tarde del domingo y corresponde, con toda probabilidad, a Mohamed Aulad Akcha, de quien los investigadores supusieron que había huido entre los vecinos desalojados de los pisos. El Ministerio del Interior sólo ha confirmado la identidad de los cuatro primeros y el ministro en funciones, Angel Acebes, dijo después de visitar a los tres geos heridos que el Chino era uno de los principales responsables de la masacre.

A la espera de los análisis de los forenses, las fuentes consultadas no descartaban que los nuevos restos encontrados ayer, en el caso de que correspondieran a una sexta persona, puedan pertenecer a Rachid Aulad Akcha, hermano del ya mencionado Mohamed. Si se confirmaran esos indicios, el único presunto terrorista que seguiría en busca y captura relacionado directamente con el 11-M sería Said Berraj.

La Embajada de Marruecos en Madrid confirmó que nadie hasta ayer había entrado en contacto con la legación para interesarse por los restos de los fallecidos. La representación diplomática tunecina señaló que no tenía constancia de que Abdelmajid Fajet, uno de los jefes de la célula terrorista, tenga nacionalidad tunecina a pesar de su apodo.

El trabajo de los expertos policiales ha permitido corroborar que los terroristas inmolados tenían unos 30 kilos de goma 2 de las mismas características que la empleada en los trenes de cercanías del Corredor del Henares. En la explosión con la que se inmolaron, los terroristas emplearon una bomba de entre 15 y 20 kilos y un cinturón con otros dos kilos de dinamita. Disponían también de otros 10 kilos que no estallaron y de fulminantes similares a los que emplearon en los trenes.

NUEVA DETENCION Los avances en la investigación permitieron arrestar el viernes al marroquí Fadual el Aquili, natural de Tetuán y relacionado con los autores de la matanza. La detención se produjo en la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, sin que la policía precisara si salía de España o regresaba al país, donde tenía permiso de residencia. Según fuentes de la investigación, el detenido, que tiene un hermano que regenta una cafetería en Ceuta, proporcionó la droga con la que pagaron los explosivos, informa desde Rabat Antonio Baquero.

INTERROGATORIO Con esta nueva detención ya son 25 las personas arrestadas por su vinculación con los atentados. También el sábado fue interrogado otro ciudadano marroquí en la localidad de Fuenlabrada, próxima a Leganés, y quedó en libertad sin cargos. Fuentes conocedoras de la investigación señalan que la célula de terroristas marroquís vinculada a Al Qaeda es más amplia y no descartan su relación con salafistas argelinos afincados en el Levante español.

El temor a nuevos atentados llevó ayer a la policía a desalojar el intercambiador de autobuses de La Moncloa al detectarse una bolsa sospechosa.