Un día después del ataque talibán que el miércoles costó la vida a dos guardias civiles y a un intérprete iraní nacionalizado español en la base de Qala- i-Now, en Afganistán, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, seguía recibiendo ayer muestras de apoyo. Uno de los primeros en transmitirle sus condolencias fue el presidente de EEUU, Barack Obama, quien la misma tarde del atentado contactó con el líder del PSOE a través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer, para agradecerle "el esfuerzo" y "la labor" del Ejército español y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el país asiático.

"Apreciamos la contribución de España en apoyo de la misión de la OTAN en Afganistán", afirmó Hammer, quien destacó el "crítico" trabajo que lleva a cabo la Guardia Civil en esa convulsa zona: instruir a las tropas locales para que asuman las tareas de defensa y seguridad con garantías cuando los contingentes extranjeros salgan del país.

RESPONSO CONJUNTO Precisamente, los dos guardias civiles asesinados el miércoles --el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo-- se encontraban en la base para impartir clases a un grupo de agentes afganos cuando se desencadenaron los hechos. El avión de la Fuerza Aérea española con sus cuerpos y el del traductor Ataola Taefik Alili aterrizó ayer poco antes de las once de la mañana en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Tres piquetes de los Ejércitos y de la Guardia Civil se hicieron cargo de los féretros a pie de pista, donde un capellán castrense y un imán oficiaron un responso conjunto. Además de Zapatero, que por primera vez presidía un acto de este tipo (en ocasiones anteriores, los Reyes fueron los encargados de hacerlo), también asistieron a la ceremonia los ministros del Interior, Alfredo Pé- rez Rubalcaba, y Defensa, Carme Chacón; el líder del PP, Mariano Rajoy; y los presidentes de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

CHARLA INFORMAL Tras saludar y dar el pésame a los familiares, el presidente conversó unos minutos con el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general José Julio Rodríguez, en presencia del líder de los conservadores sobre la situación en Afganistán. Tras el triple asesinato se vivieron momentos de gran tensión en Qala-i-Now cuando un numeroso grupo de personas lanzaron piedras y otros objetos contra la base. Los altercados, que se extendieron a las calles, duraron varias horas.

Según las primeras investigaciones, el chófer del jefe de la policía afgana en la zona --Ghulam Sakhi, un talibán infiltrado-- disparó primero al capitán, después al traductor y por último al alférez, antes de ser abatido a tiros. Defensa también ha confirmado que los insurgentes instigaron la revuelta, pues participaron personas de otras regiones.

Los funerales por los dos guardias civiles se celebraron ayer por la tarde en Logroño presididos por los príncipes de Asturias. Una ceremonia bahai en Cuarte de Huerva (Zaragoza) servirá para despedir hoy al intérprete. Los tres han sido condecorados con la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil y con la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, que se concede a los fallecidos en misiones del exterior en "acciones violentas hostiles".