El episcopado español se reconcilió ayer con el Gobierno del PP aprobando una instrucción pastoral que, sin citarlo explícitamente, censura el plan soberanista del lehendakari Juan José Ibarretxe. El texto declara "moralmente inaceptable" la autodeterminación vasca.

Ocho de los 76 obispos presentes votaron en contra y cinco se abstuvieron. Aunque el voto es secreto, se da por descontado que los 13 sufragios discrepantes procedieron de los 15 prelados de pleno derecho de las diócesis catalanas y vasco-navarras.

EJECUTIVO IRRITADO

El presidente del episcopado, Antonio María Rouco, se propuso sacar adelante esta declaración para poner sordina a la pastoral de los tres obispos de las diócesis vascas, que en junio irritó al Ejecutivo al cuestionar la eficacia de la ilegalización de Batasuna. Meses antes, los obispos ya tuvieron que capear las críticas por no sumarse al pacto antiterrorista.

La autodeterminación de Euskadi, precisa la pastoral, podría dañar "el bien común de la comunidad cultural y política de la que forma parte". Desaprueba, asimismo, el diálogo con ETA. Este documento, denominado Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias , consta de cinco capítulos. En la primera parte, se condena sin paliativos el terrorismo de ETA, incluida la kale borroka , y del "nacionalismo excluyente y totalitario" del que se alimenta, que la asamblea suscribió de "forma unánime", según el obispo portavoz Juan José Asenjo.

La discordia afloró en el último capítulo, donde se niega "el derecho a la soberanía política" del País Vasco y se defiende su permanencia dentro de un Estado español fruto de "un largo y complejo proceso histórico".

De acuerdo con el texto, cuyos fundamentos básicos han sido redactados por una comisión presidida por un prelado de la máxima confianza de Rouco, el obispo auxiliar de Madrid Eugenio Romero, la autodeterminación no se reconoce porque no se está ante un caso de "colonización o de invasión injusta", sino de "secesión". En la comisión redactora predominaban los obispos de marcado perfil conservador, como el arzobispo castrense, José Manuel Estepa, o el titular de la diócesis de Castellón, Juan Antonio Reig, que se mostró encantado con el resultado de la asamblea.

"ETA NO REPRESENTA A NADIE"

En las conclusiones, los prelados dicen que, al hablar del valor del diálogo, no se refieren a ETA, "que no representa políticamente a nadie", sino "al necesario diálogo y colaboración entre instituciones sociales y políticas" para erradicar el terrorismo. Romero dijo ayer que era la primera vez que la Iglesia hacía "análisis sistemático" del terrorismo "a la luz de la doctrina social de la Iglesia".

Asenjo admitió que, "en teoría, la instrucción pastoral no obliga a los obispos que han votado en contra", aunque añadió que "sería una temeridad que no se sintieran obligados en virtud de la colegialidad" que guía los pasos del colectivo. Asenjo dijo no dudar acerca de la voluntad de los discrepantes de acatar la voluntad de la mayoría.