El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, mostró ayer la "disponibilidad de la Iglesia a contribuir" en el proceso de paz, al tiempo que hizo un llamamiento a "la unidad de los gobernantes y los representantes políticos, y la colaboración de la sociedad".

Blázquez hizo este ofrecimiento durante el discurso inaugural de la asamblea plenaria que reúne en Madrid a los obispos españoles y aseguró que el anuncio del alto el fuego permanente de la banda terrorista ETA ha suscitado "alivio, alegría, cautela, responsabilidad y, por encima de todo, esperanza".

El prelado lamentó que intentos anteriores no llegaron al fin deseado de la desaparición de la violencia y pidió a Dios que "ilumine y dé acierto a quienes tienen la responsabilidad específica de conducir este proceso".

La valoración contrasta con la realizada tras conocerse el alto el fuego por el sector conservador del Episcopado, encabezado por el secretario, Juan Antonio Martínez Camino, y el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Camino eludió referirse a la mediación y Rouco aseguró que "ése no es un asunto de la Iglesia, sino de los políticos". "Nosotros tenemos la tarea de que las víctimas tengan lo que se merecen", advirtió.