Los obispos pidieron hoy libertad y respeto para sus opiniones, reiteraron su derecho a denunciar y criticar las leyes que consideren injustas y animaron a votar en conciencia a los católicos, en función del aprecio que cada dirigente o partido otorga a la dimensión moral de la vida. El obispo auxiliar de Madrid y portavoz de la Conferencia Episcopal (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, presentó hoy en rueda de prensa una nota de la Comisión Permanente de la CEE ante las próximas elecciones generales, y negó que en la misma los obispos sugieran el voto para ningún partido concreto.

Si bien es verdad que los católicos pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos, dice la nota, también es cierto que no todos los programas "son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana, ni son tampoco igualmente cercanos y proporcionados a los objetivos y valores que los cristianos deben promover en la vida pública".

Para los obispos, los católicos y los ciudadanos que quieran actuar responsablemente, antes de apoyar con su voto una u otra propuesta, han de valorar las distintas ofertas políticas, "teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida". La nota de la Comisión Permanente, está basada fundamentalmente en la Instrucción Pastoral aprobada por la Asamblea Plenaria de la CEE, el 23 de noviembre de 2006, "Orientaciones morales ante la situación actual de España".

"Buscan la unidad moral"

Los obispos, dijo, "no discuten entre bandos y buscan la unidad moral, y a veces la matemática". Y, agregó, en un tono desenfadado que "la Conferencia Episcopal es una organización muy curiosa". Citando al papa, la CEE dice que es preciso "afrontar con determinación y claridad de propósitos, el peligro de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas".

También, la promoción de la familia fundada en el matrimonio, "evitando introducir en el ordenamiento público otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla, oscureciendo su carácter peculiar y su insustituible función social". Mientras en la nota los obispos sólo afirman que "la legislación debe proteger el matrimonio, empezando por reconocerlo en su ser propio y específico", Martínez Camino afirmó que el Código Civil "no reconoce actualmente el matrimonio, y se han eliminado del mismo las palabras "esposo-esposa, marido-mujer".

Reiteró que la Iglesia "no quiere ni lo ha puesto en cuestión ni de lejos, el respeto a la autoridad pública porque es un elemento clave del bien común de la paz", pero, agregó, las leyes aunque hayan sido aprobadas legalmente "aunque deban ser aceptadas y respetadas... pueden ser discutidas, modificadas y derogadas".

¿O es que, preguntó, no pueden ser injustas aunque hayan sido aprobadas legítimamente?... a no ser "que alguno diga que lo legal es lo justo".....En España, afirmó con rotundidad Camino, "en estos momentos hay varias leyes gravemente injustas y que deben ser cambiadas, como es la que modifica el Código Civil en la cuestión del matrimonio".