El Ministerio de Defensa toleró ayer que el teniente general José Mena Aguado acudiera a su despacho de mando. Un portavoz ministerial interpretó que Mena no habría roto el arresto domiciliario porque la vivienda y el puesto de mando están en el mismo edificio. El oficial pasó su primer día laborable y segundo de arresto domiciliario en su despacho cumpliendo con las tareas administrativas que desempeña. Fuentes de la Capitanía de Sevilla dijeron que, al ser una falta leve, el militar puede seguir con su actividad laboral hasta las 15 horas, momento en que baja a casa.

Los que conocen al general explican que se trata de "una bellísima persona, muy respetuosa" y que se le nota "apenado" por lo sucedido. Destacaron que Mena, que acabó de escribir su discurso sobre los riesgos del Estatut media hora antes de pronunciarlo. Las fuentes señalaron que el alto mando cumple arresto domiciliario sin vigilancia alguna, ya que el acatamiento de la orden tiene que ver "con una cuestión de honor que los militares cumplen a rajatabla", y dijeron que es posible que el viernes, cuando sea cesado, vuelva a su pueblo natal, Antigüedad, en Palencia.