Roquetas de Mar ya fue protagonista en 1981. Allí detuvo la Guardia Civil, el 10 de mayo, a Luis Montero, Luis Cobo y Juan Mañas, cuando viajaban en coche desde Santander. En época de plena actividad de ETA, un vecino les confundió con etarras. Hacía dos meses del 23-F y tres días del asesinato del general Valenzuela, jefe del Cuarto Militar del Rey. El día después de la detención de los tres jóvenes, aparecieron sus cadáveres. Habían sido torturados en un cuartel almeriense abandonado. Los habían despedazado y metido en un coche, al que habían prendido fuego. Años después, el Supremo condenó al teniente coronel Castillo Quero, promotor del linchamiento, a 24 años de cárcel. Pero testimonios posteriores indicaron que no se había juzgado a todos los responsables.