La oposición no está dispuesta a que el caso Carod le salga gratis al Gobierno central. El PSOE, Esquerra Republicana, Izquierda Unida y el PNV exigieron ayer al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, que se investigue cómo llegó a la opinión pública el informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre la reunión del conseller en cap de la Generalitat catalana y dos jefes de ETA en Francia, y si el Gobierno hizo un uso "electoralista" de los servicios secretos.

Esquerra presentará el lunes una denuncia ante José María Mena, fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, contra José María Aznar y Jorge Dezcallar, como máximos responsables del CNI. Pero también contra Mariano Rajoy, hoy candidato del PP a la Moncloa, que era vicepresidente cuando se celebró la reunión. Representantes de ERC hablaron ayer por teléfono con Mena para avanzarle el contenido de su denuncia.

Los socios del PSC en el tripartito consideran además que Aznar debe dimitir por utilizar los servicios secretos españoles de manera "ilegal" y con fines "partidistas". CiU y Coalición Canaria se conforman por ahora con lograr que el Gobierno detalle la filtración ante el Parlamento.

Hasta ahora, Cardenal sólo ha iniciado pesquisas sobre el contenido de la entrevista, pero no se ha interesado por saber cómo pudo llegar a la opinión pública esa información.

GARANTIZAR LA SEGURIDAD José Luis Rodríguez Zapatero exigió ayer una investigación parlamentaria y judicial sobre la filtración. El líder del PSOE denunció que el Ejecutivo utiliza el Centro Nacional de Inteligencia "para atacar a los adversarios electoralmente, cuando para lo que está es para garantizar la seguridad y luchar contra ETA".

"Son hechos muy graves que merecen una investigación a fondo y un esclarecimiento", dijo el secretario general del PSOE, que no negó legitimidad al fiscal general para estudiar si hubo delito en la conversación mantenida por el exconseller en cap con la cúpula etarra.

Un "escándalo" muy serio, dijo, del que deben responder los Gobiernos implicados. El de Cataluña ya lo hizo al destituir a Carod-Rovira, razonó Zapatero, que pidió al Ejecutivo central "una depuración" tras revelar quién es el responsable de la filtración. No obstante, Zapatero no llegó a pedir ninguna dimisión concreta.

Izquierda Unida también exigió ayer a la Fiscalía General del Estado que analice tanto "las filtraciones" de la reunión como "el seguimiento" a políticos por parte de los servicios secretos. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, desconfió de que Cardenal se avenga a investigar la filtración, pero también pidió que lo haga. "Si el fiscal general no fuera una persona al servicio completo de Aznar y su Gobierno debería abrir inmediatamente una investigación", dijo.