La lucha contra el terrorismo será una de las prioridades de la presidencia española de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Al estrenarse ayer como máximo representante rotatorio durante el 2007 de este organismo integrado por 56 Estados, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se comprometió a mejorar la cooperación judicial en materia penal, a refozar la seguridad en la documentación que se exige para viajar a otros países, así como a favorecer la integración de la sociedad civil en la lucha contra el terrorismo y en la protección y reconocimiento de las víctimas.

La presidencia española ha programado una conferencia en Viena para el mes de marzo con el objetivo de implicar a la sociedad civil en esta lucha. Empresarios, organizaciones sociales y sindicatos de países de la OSCE tratarán de encontrar nuevas vías para frenar esa plaga. En septiembre, la capital austriaca acogerá otro encuentro dedicado al "reconocimiento de las víctimas del terrorismo".

La lucha contra la intolerancia será otro de los pilares de esta etapa. Córdoba será el escenario de una asamblea que analizará la intolerancia existente hacia los musulmanes, un problema que, a juicio del ministro Moratinos, "empieza a adquirir caracteres alarmantes".

BORRELL, EMBAJADOR Josep Borrell, que dentro de cuatro días cesará como presidente del Parlamento Europeo, ha sido designado enviado especial de la presidencia española en la OSCE. Moratinos destacó la gran envergadura política y personal de Borrell para afrontar esta nueva misión con éxito.