Arnaldo Otegi abandonó la prisión en la que ha permanecido 15 meses en plena forma. Con buen aspecto, rodeado de amigos que le aguardaban y con el mismo discurso que defendía antes de ser encarcelado: el diálogo y la negociación son las únicas vías para resolver el "problema vasco" y alcanzar la paz.

Salió de la cárcel antes de las 7.30 horas acompañado de su abogada, Jone Goirizelaia. En el exterior le aguardaban su mujer, su hijo, sus padres, el veterano dirigente aberzale Tasio Erkizia, la dirigente de ANV Arantza Urkaregi, el que fuera responsable de las Gestoras Pro Amnistía Juan María Olano y el exsecretario general de LAB Rafa Díez.

Los abrazos y hasta las lágrimas se prolongaron durante casi media hora, hasta que optó por lanzar un "daros todos por saludados" y abandonar el centro penitenciario con destino a Elgoibar, su localidad natal y lugar de residencia. A media mañana salió a la calle, donde abrazó a varios conocidos. Su intención es pasar una semana de vacaciones en la región italiana de Lombardía, ya que hace unos días pidió a la Audiencia Nacional la autorización para ese viaje.

Otegi también se dirigió brevemente a los medios para reivindicar "el diálogo y la negociación". Aseguró que el conflicto sigue igual que cuando entró en prisión, lo que demuestra que se trata de un problema político "de fondo sin resolver".

RECUERDO A LOS PRESOS En su breve intervención recuperó el discurso que mantuvo hasta su detención y vinculó "un escenario de paz" con el ejercicio del derecho de autodeterminación. A las puertas de la prisión donostiarra de Martutene, enfatizó que en ese proceso deberán ser liberados "todos los presos políticos vascos". Aunque había advertido que no contestaría a ninguna pregunta, fue preguntado sobre sus proyectos de futuro, sobre todo del eventual regreso al liderazgo de la izquierda aberzale. "On verra" (ya se verá, en francés) fue su respuesta.

Las decenas de simpatizantes aberzales que aguardaban a Otegi desde antes de que amaneciera dieron por terminado el acto con el canto del Eusko Gudariak (Himno del soldado vasco). Está previsto que la próxima semana se realice un recibimiento multitudinario en Elgoibar, según anunció ayer la edición digital del diario Gara .

Las reacciones políticas a la excarcelación de Otegi no se hicieron esperar. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, destacó que su puesta en libertad no servirá para recuperar el diálogo del Gobierno con ETA. Además, instó al exportavoz de la ilegalizada Batasuna a que trabaje para convencer a la banda terrorista de que "abandone definitivamente las armas". No quiso valorar su salida de prisión. "Los socialistas somos respetuosos con la justicia".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, confió en que la excarcelación de Otegi no suponga que el Gobierno retome los contactos con Batasuna. Sobre las reformas legales en materia antiterrorista que pactó Mariano Rajoy con José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que los populares ya tienen ultimados los borradores que propondrán al PSOE.

Aralar fue el único partido vasco que se pronunció sobre la salida de prisión de Otegi. Juzgó "positiva" la noticia y deseó la liberación de todos los dirigentes batasunas encarcelados para que "puedan volver a ejercer la acción política". Recordó que Otegi fue condenado por "un delito ideológico", algo "inaceptable" en democracia.