Apesar de que distintas voces del entorno nacionalista han reiterado una y otra vez desde que comenzó el alto el fuego de ETA que el encarcelamiento de los cabecillas aberzales podía acarrear obstáculos difíciles de superar en el proceso, la justicia, de momento ajena a la nueva situación, sigue actuando.

La Audiencia Nacional condenó ayer a un año y tres meses de prisión --y siete años y tres meses de inhabilitación-- al portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, por un delito de exaltación del terrorismo. Cree que tuvo un papel destacado en el homenaje al etarra José Miguel Beñarán, alias Argala , celebrado en Arrigorriaga (Vizcaya) en el 2003.

No obstante, por el momento es poco probable que ingrese en prisión. La sentencia es inferior a dos años y no es firme, por lo que es muy probable que sea recurrida ante el Tribunal Supremo. En estos casos, como el acusado al final puede ser absuelto, sólo se solicita su entrada en prisión, de forma provisional, si hay riesgo de fuga, de reiteración delictiva o de destrucción de pruebas. En el caso de Otegi, según el fiscal de la causa, Jesús Santos, no se dan ninguno de los tres supuestos.

TRATO DE IGUALDAD No es que se esté dando un trato de favor al líder aberzale. Según explicó Santos, "fuera quien fuera el acusado", si existe un recurso de casación y como la pena es inferior a dos años "no se modifica su situación de libertad" si no se dan una de las tres circunstancias mencionadas antes. Hay que tener en cuenta que Otegi se encuentra en libertad provisional, tras abonar recientemente 250.000 euros, por inducir los actos violentos que se produjeron durante la huelga en Euskadi convocada por la izquierda aberzale. Desde entonces, no puede abandonar el país y acude todos los días a la comisaría.

Sin embargo, en el caso de que el Supremo confirmase la condena, la fiscalía tendría en cuenta los antecedentes de Otegi, condenado en noviembre por el Supremo a cumplir una año de cárcel por injuriar al Rey y, como ambas sanciones suman más de dos años, solicitaría su ingreso en prisión. Otegi está acusado de enaltecimiento del terrorismo en otras cuatro ocasiones más.

ACTO POLITICO En la vista, Otegi y varios de los testigos negaron que el acto se tratara de un homenaje a Argala y sostuvieron que su carácter fue político. Sin embargo, el tribunal, basándose en lo que se publicó en aquellos momentos, afirma que Otegi tuvo una participación "muy especial" en el acto y se refirió a Argala como "una persona con acertada visión de futuro". Para el tribunal, sus declaraciones "expresan la absoluta identificación ideológica del acusado con ETA".

REACCIONES El PP aplaudió la sentencia y aseguró que demuestra que el Estado de derecho "funciona correctamente", según el secretario general de los populares vascos, Carmelo Barrio. El portavoz socialista Ramón Jáuregui recalcó que, como "las bases del abandono de la violencia son firmes", la condena no tiene porqué afectar al proceso de paz. Sin embargo, EA y Aralar consideraron que ésta será un obstáculo.

Por otra parte, Otegi había solicitado permiso para salir de España y acudir a Irlanda a varios actos del Sinn Féin y la fiscalía había dado su visto bueno. El juez Grande-Marlaska puede resolver hoy la cuestión.