El exgerente de la empresa Waiter Music José Luis Huerta profundicó ayer en la confesión que inició hace una semana ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, pero esta vez trató de negar que el PP no le pagara los actos que le encargaba porque luego le adjudicaba las fiestas populares de municipios madrileños gobernados por este partido.

Hasta tal punto llegó la incongruencia que el instructor del caso Púnica le preguntó si la adjudicación se le concedía por ser «amigo del partido», a lo que asintió diciendo que le debían «mucha pasta» y lo hacía muy bien. Añadió que en aquellos municipios en los que la Alcaldía estaba en manos socialistas no se presentaba. El sistema, que se inició en Valdemoro, cuando era alcalde Francisco Granados, se prolongó entre 2007 a 2010.

Frente a su primera declaración, en la que Huerta admitió que el PP le pagó con una factura falsa y dinero en negro las actuaciones de Iguana Tango y de Azúcar Moreno, con las que la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre cerró su campaña de 2007 en el Palacio de los Deportes, esta vez se centró en los mítines realizados en la localidad de Algete, entre ellos, uno del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, durante la campaña de 2008, por unos 9.000 euros. Explicó que aunque no cobró los mítines, nadie le dijo nunca que con los festejos populares que le adjudicaban ya «debía darse por pagado».

Tampoco cobró, dijo, la comunión de la hija de la entonces alcaldesa de Algete, Inmaculada Juárez, que ascendió, con su beneficio, a 41.000 euros. Según explicó, el teniente de alcalde, David Erguido, le aconsejó pasar una factura por la mitad del precio real al marido de la alcaldesa y así cobró 14.000 euros.

En cuanto al concierto Night of the Proms, insistió en que se hizo por capricho del exsecretario general del PP madrileño y que en él perdió 75.000 euros, pese a haber recibido 225.000 euros en subvenciones y otros 80.000 de la empresa pública Arpegio.