Tras exponer los ejes principales de su Gobierno, incidió que para lograr el avance conjunto de España es necesario contar con los gobiernos de CCAA. Prácticamente ninguna política, argumentó, puede ponerse en marcha sin participación de las regiones, y mencionó la lucha contra la violencia de género, la inmigración, ciertas reformas de la justicia, el desarrollo del medio rural o la ley de dependencia.

"Puede que algunos lamenten esta situación, no es mi caso. Creo esta fórmula ha permitido una mejora de la eficacia de nuestros servicios", prosiguió Zapatero, subrayando que "el modelo autonómico ha permitido fortalecer el equilibrio de nuestro país y muy especialmente el desarrollo de aquellos territorios que tradicionalmente se han visto marginados en las estrategias de inversión y crecimiento de un Estado centralizado".

Así, se mostró convencido de que "España está más cohesionada hoy que hace 30 años" y con menores desequilibrios territoriales "gracias al ejercicio de las competencias autonómicas".