El papa Benedicto XVI recibió hoy en audiencia en el Vaticano al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien habló a solas durante 30 minutos. Según fuentes españolas, Zapatero y el Papa hablaron del viaje de éste a las ciudades españolas de Santiago de Compostela y Barcelona el 8 y 9 del próximo noviembre. En la víspera de la reunión, las fuentes señalaron que en la entrevista se iba a hablar también de la crisis económica, la situación de los derechos humanos y de los presos políticos en Cuba y la ley de libertad religiosa que prepara el Gobierno español.

Zapatero también acudió hoy al Vaticano como presidente de turno de la Unión Europea (UE). Normalmente todos los jefe de turno de la UE realizan durante su semestre una visita a la Santa Sede. La audiencia se celebró en la Biblioteca privada del Papa y tras la misma entró en la sala el séquito del jefe del Gobierno español, compuesto por nueve personas entre ellas el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos; el embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez; el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, y el secretario de Estado de comunicación Félix Monteira.

También le acompañaron la directora de Política Internacional y Seguridad de la Presidencia del Gobierno, Milagros Hernando; el ministro consejero de la embajada, Carlos de la Bárcenas, y el consejero David Izquierdo. Benedicto XVI, como estable el protocolo para las visitas de los primeros ministros, recibió a Zapatero de pie ante la mesa de la biblioteca y le dirigió unas palabras en español a las que Zapatero le contestó: "Tiene una pronunciación muy buena". Un vez sentados uno frente al otro, ayudados por un intérprete de la sección española de la Secretaria de Estado, el responsable de la misma, Fernando Chica, dialogaron durante 30 minutos y en los minutos previos Zapatero comentó al Pontífice que "hay muchos españoles en el Vaticano".

Concluido el coloquio a solas, entró en la biblioteca el séquito presidencial y tras las presentaciones, Zapatero regaló al Papa el libro "Historia del Monasterio de San Lorenzo del Escorial", de 1892, escrito por Antonio Rotorda. El Pontífice lo agradeció afirmando que el "libro era muy bello" y le correspondió con un bajorrelieve en bronce de como era el Vaticano en 1.600 y la medalla en oro de su pontificado. Tras la audiencia, Rodríguez Zapatero se entrevistó con el secretario de Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y el "ministro de exteriores" del Vaticano, el arzobispo Dominique Mamberti.

En ese encuentro estaba previsto, según fuentes españolas, que Zapatero informara a Bertone de su intención de reformar la ley de libertad religiosa en España, que tiene unos treinta años, con el objetivo de regular la utilización de símbolos religiosos en espacios públicos. La reforma suscita recelos en la Iglesia española, aunque el ejecutivo ha asegurado que no afectará a los acuerdos con el Vaticano. También con Bertone estaba previsto tratar de la situación en Cuba. La Santa Sede y el Gobierno español apuestan por un diálogo crítico y exigente con las autoridades cubanas, según el Ejecutivo español.

El régimen cubano, con la mediación de la Iglesia cubana, decidió recientemente trasladar a seis presos políticos a cárceles cercanas a sus lugares de residencia. Horas antes de la visita al Vaticano, Moratinos se entrevistó en París con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, por lo que ha llegado al Vaticano con información de primera mano, precisaron las fuentes. Después de la visita a la Santa Sede, Rodríguez Zapatero se dirigió al Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano, para entrevistarse con su homólogo italiano, Silvio Berlusconi.