Los partidos no darán cancha política a ETA. Por eso, representantes de las distintas fuerzas coincidieron ayer en negar a la banda cualquier autoridad para hablar de cuestiones políticas. Los gobiernos central y vasco eludieron valorar las declaraciones que los dos encapuchados realizaron al director del diario vasco Gara .

El secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, aseguró en Salamanca que a este partido no le interesa lo que ETA dice, sino lo que hace y afirmó que no se pagará precio político alguno a cambio de la paz. El coordinador general del Partido Socialista de Euskadi, Rodolfo Ares, advirtió que ETA no condicionará el debate político.

El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu dio en Barakaldo la "bienvenida" a la entrevista si con ella ETA pretende establecer un "código de comunicación" con el Gobierno de Zapatero. También apuntó que, con sus declaraciones, los portavoces de ETA intentan justificar "la práctica inútil de la violencia".

El PP subrayó, a través de su portavoz en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, y del secretario general, Angel Acebes, que no apreciaban novedad en las declaraciones de la "ETA de siempre".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló que lo que cuenta es verificar que el alto el fuego se corresponde con una decisión de "cese irreversible" de todo tipo de violencia.

El Gobierno vasco exigió a la banda que abandone las armas "de una vez y para siempre".

El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresó ayer en un mitin en Plasencia que "se ha pasado del entusiasmo a la esperanza de conseguir que este país no tenga un fenómeno terrorista".