El juez Santiago Pedraz imputó ayer a tres ministros chinos y a otros cuatro altos cargos de este país por los crímenes cometidos en el Tíbet desde el 10 de marzo del 2008. Por contra, su colega Eloy Velasco ha pedido a Estados Unidos que le informe de si ha iniciado algún procedimiento contra Guantánamo.

Si el lunes Fernando Andreu decidió investigar al ministro de Defensa de Israel, Benjamín Ben-Eliezer, y a seis militares por el asesinato de un dirigente de Hamás y 14 civiles en Gaza en el 2002, ayer se sumó a esta persecución su colega Pedraz.

Este imputó a los ministros de Defensa, Lian Guanglie; de Seguridad del Estado, Geng Huinchang; y de Seguridad Pública, Meg Juanzhu, por los hechos iniciados en el Tíbet en el 2008, saldados con 203 muertes y miles de heridos, detenidos y desaparecidos.