Al PP le salió ayer el tiro informativo por la culata. Su secretario de comunicación, Gabriel Elorriaga, convocó a los periodistas para felicitar a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) por el "rotundo éxito" de la marcha contra la política antiterrorista del Gobierno y criticar a la prensa, pero se encontró con una sorpresa.

Elorriaga se preparó una escueta intervención. Sabía que la guerra de cifras sobre los asistentes a ese acto podía ser usada como caballo de batalla. Así que no tuvo reparos en abusar de los descalificativos para atacar a los medios de comunicación públicos, de los que dijo que "fueron un ejemplo de manipulación". Y anunció que nadie del PP participará más en el programa de debate de TVE 59 segundos .

El líder popular, convencido de que, como otras veces, sus palabras no iban a ser replicadas, puso nombre a los supuestos manipuladores. "TVE, RNE, algún teletipo de la agencia Efe y algunas cadenas autonómicas de gobiernos del PSOE" fueron "un ejemplo de manipulación informativa completamente despreciable". Les acusó de falsear las cifras de asistentes y de "ofrecer la visión (distorsionada) de unos incidentes que fueron menores".

Hasta ahí se cumplió el guión de una rueda de prensa que se pensaba rutinaria. Pero entre la decena de informadores se encontraba Santiago González, que abrió el turno de preguntas con una aclaración: "Yo fui el que hice la información de TVE y ofrecí todos los datos objetivos que facilitaron los organizadores, la Policía Nacional, la Policía Local y la presidenta de la Comunidad de Madrid". Elorriaga, cuyo rostro reflejó contrariedad por ser contestado, insistió en que TVE sólo había usado una fuente. El redactor le replicó que un rótulo en su crónica explicaba que la Comunidad de Madrid cifraba los asistentes en 850.000.

"Norma habitual"

Luego fue una redactora de la agencia Efe la que defendió el trabajo de sus compañeros y explicó a Elorriaga que la norma habitual de la agencia es contrastar las cifras de participación, en cualquier manifestación, con los organizadores, la policía y la Delegación del Gobierno. El dirigente popular replicó: "Esa norma habitual, sorprendentemente se rompió ayer".

Ahí no acabó la controversia. Elorriaga había calificado la marcha de modélica y puso como ejemplo que el sábado no se había insultado al presidente del Gobierno, como ocurrió en los actos contra la guerra de Irak. Acabó admitiendo que no todo fue tan ejemplar: "Seguro que hubo algunos lemas que yo no hubiera asumido".

Reconoció que hubo algunos "incidentes indeseables", como el abucheo a la prensa, y tildó de "crítica política" una de las consignas más coreadas por los asistentes: "Zapatero, embustero". Elorriaga recurrió a los circunloquios para evitar las cuestiones espinosas, como la callada por respuesta que dio el Gobierno del PP a los manifestantes contra la guerra de Irak mientras ahora pide a Zapatero que oiga a la AVT.