Una declaración caótica. La juez Gema Gallego--candidata al CGPJ por la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura-- se negó ayer a suspender la declaración de dos de los tres peritos que han sido imputados por el juez Baltasar Garzón por una falsedad por haber "creado" un informe en julio sobre los vínculos entre el 11-M y ETA.

El fiscal alegó que la juez no había leído la documentación que sobre este caso le remitió Garzón tras inhibirse al decano de los jueces de Madrid el jueves. La magistrada, según fuentes jurídicas, le respondió que no tenía conocimiento de esos documentos porque la secretaria del juzgado no le había dado cuenta. Además, el fiscal adujo que los derechos constitucionales del perito Manuel Escribano y de la agente Isabel López podían resultar lesionados si declaraban como testigos tras haber sido imputados por un juez.

Esos argumentos no convencieron a la magistrada, que tampoco admitió una copia que le entregó el fiscal de las diligencias tramitadas por Garzón. Por ello, procedió a interrogar a Escribano. Este, según fuentes judiciales, asumió que en julio extrajo de su ordenador una copia del informe que había redactado en marzo del 2005 en el que vinculaba el 11-M con ETA por el hallazgo de ácido bórico en las casas de un islamista en el 2004 y de un etarra en el 2001.

El perito explicó que realizó esa copia cuando comprobó que su informe no había sido incorporado en una lista remitida a Interior, que solicitó todos los dictámenes policiales sobre el uso de explosivos en el 11-M para contestar a una batería de preguntas del PP.

Para Escribano, su informe no era un borrador, ya que fue firmado por tres peritos. Sin embargo, su superior, Francisco Ramírez, no lo tuvo en cuenta porque consideró que se incluían "observaciones subjetivas". Por ello, Ramírez redactó el informe oficial, en el que eliminó las referencias al ácido bórico. Ese documento fue remitido a la comisaría de Información y al juez Juan del Olmo.

LA DENUNCIA En su declaración, Escribano no hizo referencia a la declaración que prestó el jueves ante Garzón. Este agente ha denunciado al juez de la Audiencia Nacional ante el CGPJ por coacciones. Sin embargo, los fiscales, la secretaria del juzgado de Garzón y los escoltas del juez han negado ese extremo.