Miguel Aguirre de Cárcer, exdirector general de Política Exterior para América del Norte, afirmó ayer ante el juez Ismael Moreno que la decisión de autorizar los vuelos de la CIA fue política, pero no pudo aclarar quién la tomó. El diplomático, que declaró en calidad de testigo, explicó que recibió una petición "oral" de un consejero de la embajada de EEUU para permitir el tránsito de estos vuelos, pero no pudo recordar el nombre.

Después, redactó un informe "muy secreto" que trasladó al entonces ministro de Exteriores, Josep Piqué, porque le competía a él tomar "la decisión". Asimismo, sostuvo que "no le consta que se hubieran producido tales escalas" ni que los vuelos realizaran aterrizajes de emergencia.