Las principales preocupaciones de los ciudadanos deben resolverse con un "diálogo sincero y responsable". Esta apelación, dirigida a las instituciones y a los partidos parlamentarios, fue formulada la noche del domingo por el Rey en su mensaje navideño retransmitido por televisión. Tras invitar al sosiego en la agitada vida política, reclamó que el desarrollo urbanístico e industrial "responda al interés general".

Cuando la falta de consenso es la protagonista de la vida pública y está muy presente en el ciclo hacia el fin de la violencia, resultan significativas las alusiones del Rey a la necesidad de lograr la unidad para conseguir el fin del terrorismo, dentro del marco de la Constitución.

Se trata, según Juan Carlos, de "concentrarnos en lo que nos une", sin renunciar a nuestras propias convicciones". En un momento en que Batasuna aún no ha asumido la renuncia a la violencia para inscribirse como partido legal, el Rey subrayó que la Constitución permite la defensa pacífica de "cualquier opción política". No obstante, alertó de que en nuestro Estado de derecho la única respuesta a la extorsión y la violencia es la que resulta de la primacía de la ley.

Juan Carlos dijo, además, que "el desarrollo industrial y urbanístico debe responder al interés general".