El presidente del PP catalán, Josep Piqué, dio por "cerrada" la crisis que abrió en julio en el seno de su partido, cuando vinculó la imagen de los portavoces Angel Acebes y Eduardo Zaplana "al pasado". Pero por si acaso, aseguró que ni siquiera "contempla" la "hipótesis" de ser designado como la nueva cara del partido. No obstante, consideró beneficioso para su formación política que tenga "una multiplicidad de voces públicas".

"En estos momentos, el PP es casi la única oposición al PSOE, por lo que tiene la obligación no sólo de criticar la acción de Gobierno, sino de presentar alternativas en todos los ámbitos, y esto requiere una multiplicidad de voces y de caras", declaró.