El expresidente de Endesa, Manuel Pizarro, ha declarado hoy en el Tribunal Supremo que nunca habló con Baltasar Garzón del patrocinio de unos cursos sobre terrorismo dirigidos por el juez en la Universidad de Nueva York. Durante su declaración como testigo, que se ha prolongado durante una hora y media, Pizarro ha explicado que él no podía decidir sobre los patrocinios porque este tema era competencia de la Unidad de Patrocinios.

Pizarro ha respondido a preguntas relacionadas con diversos documentos que Endesa, empresa que el exdiputado del PP presidió entre el 2002 y el 2007, remitió al Supremo. Entre estos documentos figuran una carta enviada en el 2005 a Pizarro por la directora del Centro de Derecho y Seguridad de la Universidad de Nueva York, Karen Greenberg, en el que reclama fondos para el proyecto Terrorismo y Seguridad, coordinado por Garzón; un contrato firmado entre Endesa y dicho centro educativo en el que la eléctrica manifiesta su interés en participar como patrocinador de este curso con 250.000 dólares, aunque en otra documentación alegan que en el 2006 pagaron 125.000, así como un documento con un sobre que lleva el membrete de Garzón.

El exdirectivo de Endesa ha asegurado que él no tenía poderes ejecutivos sobre temas de patrocinio, por lo que remitió la carta de Greenberg a la Unidad de Patrocinios de Endesa, cuyo responsable en aquellas fechas era Gabriel Castro. Ha insistido en que nunca mantuvo ningún tipo de comunicación con Garzón y que tampoco sugirió a Castro que avalara el patrocinio a los cursos del juez.

NADA RARO

Pizarro ha señalado que ve normal que en la carta de Greenberg se mencionara a un juez de la Audiencia Nacional para hablar de asuntos relacionados con el terrorismo y ha apuntado que lo raro hubiera sido que se hiciera referencia a un juez de lo Mercantil. También ha afirmado que no supo la cantidad que Endesa abonó en concepto de patrocinio y que no vio ningún sobre con el membrete de Garzón.

La declaración de Pizarro se enmarca en la causa que el juez del Supremo Manuel Marchena instruye contra Garzón por el dinero que este supuestamente recibió durante su estancia en la citada universidad, en los años 2005 y 2006. Los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea fueron los que presentaron la querella contra el juez, al que acusan de prevaricación y cohecho por recibir presuntamente del Banco Santander más de 302.000 dólares durante su estancia en dicha universidad y después haber archivado una querella contra directivos del banco.

El juez Marchena investiga si, además del Santander y Cepsa, también Endesa, BBVA, Telefónica y Caixa Cataluña abonaron alguna cantidad a la Universidad de Nueva York, por lo que les ha requerido que certifiquen las cantidades abonadas a esta durante el tiempo en el que Garzón permaneció en Nueva York dando clases.