El lendakari se apartó de la tormenta política desatada por su consulta y buscó refugio entre empresarios guipuzcoanos para lanzar, ya puestos, una propuesta económica para reactivar la economía y el empleo. Sin embargo, no abandonó su habitual mensaje optimista y auguró un gran futuro económico para Euskadi pese al difícil momento de la economía mundial.

También anunció en San Sebastián, durante el almuerzo de la asamblea general de Adegi, la patronal guipuzcoana, que su Ejecutivo y las diputaciones vascas ultiman un plan para "acelerar" la economía vasca. Esta iniciativa busca impulsar los proyectos de infraestructuras y dinamizar la inversión pública.