La presión en la calle de una veintena de seguidores de Acción Nacionalista Vasca (ANV) forzó a la comisión gestora que dirige el Ayuntamiento de Ondarroa, en Vizcaya, a trasladarse a un municipio próximo, el de Markina, para celebrar la reunión del pleno.

El presidente de la gestora municipal, Felix Aranbarri, a quien la pasada semana quemaron el automóvil, consideró conveniente cambiar el escenario de la sesión. El salió escoltado de la casa consistorial a las ocho de la mañana y el resto de ediles no llegaron a acceder a la sede municipal.

La situación en Ondarroa no ha conseguido normalizarse desde las municipales de mayo, cuando fue ilegalizada la lista de ANV, que es la que mayor respaldo logró. La negativa de los electos de PNV, EA e IU a tomar posesión de sus cargos forzó el nombramiento de una gestora.