El PNV exigió ayer al nuevo Gobierno vasco presidido por Patxi López que zanje las acusaciones que cuestionan el compromiso de la Ertzaintza en la lucha contra ETA y ponga fin al "falso e injusto" mensaje de quienes propagan que "antes no y ahora sí" se combate el terrorismo. La demanda la formuló su presidente, Iñigo Urkullu, durante una comparecencia solemne en la sede del partido en Bilbao arropado por los responsables de Interior durante los sucesivos gobiernos peneuvistas.

"La Ertzaintza no ha estado 30 años mirando al techo, sino dejándose la piel en esto", sentenció el exconsejero Javier Balza. Las palabras del responsable de Interior en los ejecutivos que presidió Juan José Ibarretxe resumían el creciente malestar que ha generado en el PNV la intervención de dos supuestos ertzainas que, con el rostro tapado por capuchas, declararon en Antena 3 que durante los gobiernos del PNV hubo directrices para no actuar contra ETA. Además, la cúpula peneuvista critica que estas acusaciones no hayan sido puestas en solfa con mayor rotundidad y rapidez por parte de López, quien ayer y a raíz de una pregunta parlamentaria, aclaró que se ha abierto una investigación interna para esclarecer quiénes eran los dos policías.

POLITICAS PARTIDISTAS "Este asunto hay que sacarlo de las políticas partidistas", defendió Balza. El exconsejero recordó que hace apenas unas semanas se valoró la "corrección" con la que se produjo el relevo entre los responsables de la seguridad. "El reto de la libertad tenemos que afrontarlo todos", añadió. Su tono conciliador se escuchó después de que otro ex, Juan María Atutxa, recordase que no fueron las autoridades francesas, sino las españolas, con el popular Jaime Mayor Oreja como ministro del Interior, las que pusieron trabas a la cooperación.

Urkullu se centró en reivindicar la trayectoria de la Ertzaintza como policía integral y "máxima institución" responsable de la seguridad. Además de subrayar su carácter de "policía autó- noma, que no autonómica", destacó que, como tal, nunca podrá estar "supeditada" a otras fuerzas y cuerpos de seguridad.

El presidente del PNV aprovechó la ocasión para achacar la culpa de los fallos cometidos por la Ertzaintza en la lucha contra ETA a las "trabas externas" como, por ejemplo, la imposibilidad de actuar en Francia.