Ni una alharaca. La respuesta política al último comunicado de ETA fue de tono muy bajo, casi plano. Hubo de nuevo unanimidad, como tras el texto del pasado 5 de septiembre, en afirmar que eso y nada es lo mismo. Sin embargo, el PNV sí quiso aprovechar el comunicado para dirigirse a la izquierda aberzale. Su presidente en Vizcaya, Andoni Ortuzar, emplazó a los herederos de Batasuna a que "corten" con la violencia para siempre y se "emancipen de ETA" porque "si se liberan de ese secuestro" tendrán la "mano tendida" del PNV, ya que "hay mucho por construir".

Aunque Ortuzar recordó que ya el jefe de la ejecutiva peneuvista, Iñigo Urkullu, ha defendido ese mensaje en otras ocasiones, el hecho de lanzarlo ahora, con la izquierda aberzale pujando por volver a la arena política legal, tiene doble significado. Esto es, no solo garantizaría que el PNV puede remar a favor de que Batasuna regrese a las instituciones, sino que podría apostar incluso por acuerdos políticos.

En todo caso, y hasta que esa situación llegue, los peneuvistas no quieren limitarse a una pú- blica confirmación de escepticismo ante cada documento de ETA. Sospechan que la banda se quiere hacer presente a base de alambicados textos --"comunicados en dosis", dijo Ortuzar-- y no está dispuesta a dejar que otras fuerzas, como EA y Aralar, capitalicen ante la opinión pública la imagen de esfuerzo para acabar con la violencia.

NUEVA INICIATIVA En su propósito de resituar al PNV, Urkullu anunció la pasada semana que, dada la situación creada tras el alto el fuego de ETA, se proponía presentar una "nueva iniciativa". Aunque ha insistido en la "escasa ilusión" por la tregua, también ha defendido que los partidos deben contribuir a la búsqueda de soluciones.

Ahí incardina el PNV una propuesta sobre la que, por ahora, no quiere dar muchos datos. Ortuzar confirmó ayer, no obstante, que se hará publica el próximo domingo, día en el que el PNV celebra el Alderdi Eguna (Día del partido). Lo único que ha apuntado Urkullu es que se trataría de hacer un diagnóstico común de mínimos en el que pudieran caber todas las fuerzas, incluida la izquierda aberzale.

Socialistas y populares coincidieron ayer en su respuesta ante el comunicado de ETA: solo tendrá validez el que anuncie el final de ETA sin condiciones, que es lo que la sociedad exige.

Con todo, la respuesta del PSOE y el PP fue más de desdén que de análisis. José Luis Rodríguez Zapatero ni siquiera hizo alusión al comunicado. Mariano Rajoy se limitó a precisar que el único comunicado que le interesa de ETA es aquel en el que confirme su desaparición.

EVITAR LA DISTRACCION Un poco más se extendió el portavoz de los populares vascos, Leopoldo Barreda, que insistió en la necesidad de que la sucesión de comunicados "no debe distraer" de que el objetivo sigue siendo la derrota del terror. También el consejero de Interior, Rodolfo Ares, apuntó la conveniencia de no dejarse "enredar" y advirtió de que la apuesta por la política de los "radicales aberzales" solo será "creíble" si se acompaña de hechos que, por ahora, no existen. Así, les exigió la condena de los actos de violencia callejera que se han reproducido los últimos días. Ares sugirió que ninguno de los dos últimos comunicados de ETA ha satisfecho ni siquiera a Batasuna.

Sin embargo, la izquierda aberzale dio la bienvenida al texto e interpretó que ETA se ha sumado ya a un "proceso de paz de carácter democrático e irreversible". También Eusko Alkartasuna observó elementos positivos en el texto de la banda. Su secretario general, Peio Urizar, dijo que los comunicados son "uno punto de partida" para un proceso en el que todos deben "aportar con responsabilidad".

Aralar, la fuerza escindida de Batasuna, celebró las nuevas expectativas que puede abrir el comunicado y Ezker Batua (EB) habló de "nuevo paso", pero reclamó otros más.