El PNV impidió ayer, junto con Aralar, el desalojo de ANV del Ayuntamiento de Mondragón (Guipúzcoa), pese a que la fuerza aberzale no condenó el asesinato del exedil Isaías Carrasco a manos de ETA. Los nacionalistas se enfrentaron al resto de partidos al negarse a apoyar una moción de censura que daría la alcaldía al PSE. Los socialistas y el PP les reprocharon su "cobardía" por la actitud.

Representantes peneuvistas se reunieron en la sede socialista de San Sebastián con dirigentes del PSE, EA, EB, el PP y Aralar para analizar la viabilidad de la iniciativa. Los votos nacionalistas eran fundamentales, pero su actitud, secundada por Aralar, hizo imposible el acuerdo. Finalmente, EA también se desmarcó ante la falta de consenso.

A su término, el exdiputado socialista Manuel Huertas expresó su decepción por el resultado y advirtió de que la decisión del PNV "condicionará la relación política en el futuro" con el PSE. Aún más duro fue el líder de los socialistas guipuzcoanos, Miguel Buen, quien consideró que su decisión había sido "de una gravedad absoluta", hasta el punto de que condicionó cualquier acuerdo futuro con los nacionalistas a la actitud de estos en Mondragón.

El peneuvista Joseba Egibar justificó la postura del PNV en la necesidad de garantizar la "gobernabilidad" del municipio, pese a que ahora ANV gobernará con 7 ediles.