El PNV advirtió al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de que no podrá contar con su apoyo en Madrid mientras persista el acuerdo de gobierno en Euskadi entre PP y PSE. Idéntico aviso fue dirigido al popular Mariano Rajoy: "Mientras dure ese pacto se pueden despedir del PNV", dijo el líder peneuvista, Iñigo Urkullu.

Los nacionalistas replicaban ayer de esta manera a los intentos del PSOE de recuperar el apoyo del PNV para la aprobación de los presupuestos generales del Estado. Urkullu, en una entrevista publicada ayer en El Correo, condicionó cualquier acción que pueda contribuir a dar estabilidad al Gobierno central al final del acuerdo entre socialistas y populares en Euskadi. Además, añadió que ese acuerdo no está blindado, sino que depende de los intereses de los populares.

En cuanto al plan de ajuste impulsado por Zapatero, criticó las decisiones que ha adoptado. Rechazó que hayan sido las instituciones europeas las que obliguen al Ejecutivo a dar esos pasos concretos, porque "únicamente han dicho que reduzca el déficit, no las partidas en las que tenía que ahorrar". En el ámbito vasco, acusó al lendakari Patxi López de "no haber defendido la diferencialidad vasca" al aplicar las medidas marcado por el Ejecutivo español.

SOLEDAD DEL PRESIDENTE El PNV ahondó en las dificultades que atraviesa el Gobierno español al cuestionar su capacidad. Urkullu aseguró que "Zapatero se ha quedado absolutamente solo y, además, en tiempo de crisis. Ha perdido el crédito social, político, internacional, y el crédito parlamentario", dijo.

Sobre la posibilidad de que se convoquen elecciones anticipadas, el líder peneuvista replicó que "la pregunta es si Zapatero las quiere o no", y añadió que, si no las desea, debería apostar por establecer relaciones sólidas con el resto de grupos. En todo caso, advirtió a Mariano Rajoy de que el apoyo del PNV en una moción de investidura requería que "dejaran caer a Patxi López" como condición "necesaria, pero no suficiente".

Para los peneuvistas, sería un error llegar al 2011 con una prórroga de los presupuestos del 2010, con asuntos como las elecciones catalanas, las relaciones PSOE-PP, la reforma laboral y el riesgo de una huelga general.

El presidente de Ezker Batua (la marca vasca de Izquierda Unida), Javier Madrazo, anunció ayer su dimisión por "razones personales", aunque admitió que también han influido las disensiones internas. En un artículo publicado en su blog, señaló que "la división debilita a la izquierda y la suma fortalece". La decadencia de esta formación se ha agravado por el surgimiento de una escisión, Alternatiba.