Dicen que el Gobierno no ganó (moralmente). Y Elena Salgado no convenció. Cada uno se consuela como puede, pero José Luis Rodríguez Zapatero tuvo una victoria clave. La devolución de los presupuestos implicaba una crisis política que llevaba al adelanto electoral. Y el discurso de Salgado fue consistente. Sobre el fondo nadie la replicó. El PP solo usó el debate para golpear a Zapatero, que vive su peor momento (por su propia culpa) desde el 2004. Pero el PNV, con seis diputados, volvió a ser el árbitro ante CiU (10 diputados) y ERC (tres), que votaron juntas y en confluencia con el PP. ¿Por qué salvó el PNV al PSOE, que hace poco le echó del Gobierno vasco pese a ser la fuerza más votada?

CiU y ERC dicen que porque le interesa. Claro. ¿Pero, por qué? Primero porque han obtenido algo que el PNV, el PSE y el PP vasco creen bueno para Euskadi y que Madrid no aceptaba. Pero el PNV también cree que no saca nada de añadir una crisis política a la económica. ¿Qué puede esperar de unas elecciones anticipadas? ¿Que gane Zapatero sin mayoría? Sería volver a lo que ya hay. Y se perderían muchos meses. ¿Qué gane Rajoy? El PNV no le ve ventajas. Si pasa, ya negociará.

¿Por qué vota CiU diferente del PNV? Primero, cree que no gobierna en Cataluña porque ZP no impuso a Montilla la gran coalición. Segundo, prioriza su creencia de que los presupuestos son malos y, al revés que el PNV, acaricia las elecciones anticipadas. Quizá crea que le darían más juego y no excluye otro Majestic con Rajoy. Es legítimo, pero no casa con la prioridad que Mas y Duran dan a afrontar ya la crisis. Tercero, porque quiere ir a las elecciones catalanas sin ningún compromiso con Zapatero. Respetable. Pero es curioso que el PNV no tenga manías. Los vascos creen que un Zapatero débil está obligado a pagar un alto precio por su apoyo. Es la teoría roquista que CiU ha abandonado. ¿Frustración o radicalidad por haber perdido el Gobierno? No, al PNV le pasó lo mismo. Pero el PNV cree que perder Euskadi le fuerza a ser decisivo en Madrid. CiU cree que, al perder en Cataluña, debe mostrar malhumor en España.

Vamos a ERC. Desde que dijo no al Estatut --junto al PP-- renunció, quizá sin saberlo, a la primera división. Cree, con razón, que si vota con Zapatero CiU la crucificará y la acusará de traidora. Y que ZP está más dispuesto a dar el blindaje del concierto al PNV que el aeropuerto a ERC. En el fondo desean manos libres para gritar independencia en las elecciones catalanas. Creen que el pacto en Madrid les comporta más pitos que beneficios. Y pérdida de imagen.

CiU y Esquerra piensan arañarse diputados en las elecciones catalanas del próximo otoño. Y compiten en sacar pecho ante Zapatero. Mientras, el PNV pacta y saca tajada.