La aparente concordia mantenida por los partidos vascos tras el asesinato, el viernes, del inspector de policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga (Vizcaya) se tambalea. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, criticó ayer sin rodeos "el tono" empleado por el lendakari, Patxi López, al concluir la manifestación ciudadana del sábado en Bilbao y le reprochó que convocara la marcha de forma "unilateral". El Gobierno vasco evitó avivar la polémica, pero subrayó que la unidad es "la clave" para enfrentarse al terrorismo.

Aunque Urkullu no dio grandes detalles de su desacuerdo con el discurso del lendakari, sí que reconoció en una entrevista en la radio pública vasca que lo que realmente ha irritado a los peneuvistas es que se plantee ahora "como estrategia" que con el nuevo Gobierno vasco del PSE "empieza la verdadera historia" de la sociedad vasca y de la Ertzaintza.

LOS PUNTOS SOBRE LAS IES Esa es la madre de todas las batallas. La cuestión que preocupa en el PNV. Por eso, su líder publicó ayer un artículo de opinión en el diario Deia anunciando que llegará el momento de poner "los puntos sobre las íes" sobre la gestión política tras el asesinato de Puelles.

Claramente dolido porque se haya puesto en cuestión el compromiso del PNV contra ETA, Urkullu subrayó las múltiples convocatorias contra la banda de los anteriores lendakaris y descalificó tanto a López por su interés en "acaparar protagonismo" como a los medios de comunicación que el domingo destacaron un "reforzamiento" en el liderazgo del lendakari.

El líder peneuvista matizó que no discute la contundencia del mensaje de López contra la organización terrorista, ni tampoco las palabras de la viuda de Puelles. De su intervención en la radio prevaleció, no obstante, el enfado con los socialistas. Su escrito en Deia con el título Sentimientos lo refleja igualmente al concluir con una velada referencia al GAL: "No creo en quienes se dicen paladines contra los espacios de impunidad cuando su propia historia está jalonada de otra realidad".