El Gobierno vasco y el PNV hicieron piña ayer en defensa de la Ertzaintza al atribuir a la izquierda aberzale la responsabilidad de los incidentes del sábado en Bilbao cuando la policía disolvió la marcha prohibida por el juez Baltasar Garzón.

El Ejecutivo precisó que los manifestantes buscaron "con ansiedad" los graves disturbios y emplazó a la izquierda aberzale a que aclare las razones de esa decisión. El PNV recalcó que los convocantes de la marcha, prohibida hasta en tres ocasiones por el juez, "forzaron la máquina al extremo" para lograr los altercados "que les interesaban".

La ejecutiva peneuvista dijo que la violencia del sábado es una "prueba evidente" de que la izquierda aberzale está dividida y que una parte se ha enrolado en una "deriva ajena" a la propuesta de Anoeta.

El sindicato Erne, el más representativo en la policía vasca, afirmó ayer que la carga fue "proporcionada" ante la actitud "prepotente y chulesca" de los manifestantes. "Habrá que preguntar también por los seis ertzainas heridos. Todo tiene un motivo y un por qué", precisó.

El portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, acusó de "brutalidad" a la policía, a las "órdenes del PNV de Imaz".