El futuro del plan Ibarretxe no está escrito. La coalición PNV-EA lo considera "punto de partida" pero admite su carácter negociable. Fuentes del PNV apuntan que el partido podría incluso renunciar a tramitar de nuevo el plan en el Parlamento si prospera la mesa de partidos que hoy comenzará a activar el lendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, si gana las elecciones.

El nacionalismo democrático sabe que los resultados que logre hoy determinarán su capacidad de maniobra en la reforma estatutaria. La propuesta de Estatuto que el Parlamento aprobó el 30 de diciembre y que el 1 de febrero rechazó el Congreso es la referencia para "negociar". La defensa del plan soberanista no está reñida, sin embargo, con la disposición al diálogo sobre un pacto con el Estado. El PNV dice que el mensaje de Ibarretxe de que hoy entrará en contacto "con todos los partidos" supone que se abre un nuevo campo de juego.

Las intensas conversaciones entre el lendakari y el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el encuentro de éste con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dejaron abierta la puerta a un diálogo "más tranquilo" tras las elecciones.

SIN PRISA Los peneuvistas explorarán ahora hasta qué punto las palabras de Zapatero permiten adentrarse en la senda de una solución. Fuentes del PNV admiten que si esa vía funciona, el plan Ibarretxe no se tramitaría de nuevo en el Parlamento, pero, en caso contrario, serán otras las decisiones. Ibarretxe no ha clarificado el destino de su plan, pero sí que el nuevo Estatuto "no tiene vuelta atrás" y que el nacionalismo "no debe tener prisa".