El Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) optaron ayer por aplazar el debate sobre la reforma de la ley electoral a Juntas Generales para después de las municipales del próximo mayo. Los portavoces parlamentarios de ambos partidos, Joseba Egibar y Rafael Larreina, evitaron reconocer que las críticas y la falta de apoyo parlamentario les han obligado a dar marcha atrás.

La negativa de IU a secundar la propuesta de sus socios de Gobierno y el riesgo de incumplir la promesa de Juan José Ibarretxe de no negociar con Batasuna impidieron que el PNV y EA lograran los apoyos suficientes para llevar adelante la reforma. Por eso, tomaron una decisión imprevista. Apenas diez días después de promover un cambio de circunscripciones que beneficiaría el objetivo peneuvista de ganar posiciones en Alava, los dos partidos pidieron a la Mesa del Parlamento el aplazamiento.

Egibar y Larreina justificaron su repentino cambio en el deseo de contrarrestar cualquier sospecha de "electoralismo".

"REACCION SOCIAL"

Tanto populares como socialistas se felicitaron de que la "reacción social" haya parado "el atropello" de los nacionalistas. El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, reiteró que no hay "necesidad" de variar la normativa y el secretario general del PSE, Patxi López, subrayó "el fracaso" de la política "oportunista y fraudulenta" de PNV y EA.