La irrupción en campaña del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera) ha provocado un auténtico terremoto, que ha ido ganando en intensidad. La decisión del Gobierno central de no impugnar esta candidatura, cuando existen indicios de vinculación con la izquierda aberzale que han bastado para ilegalizar Aukera Guztiak, ha sembrado de dudas a PNV-EA, que intuye un pacto entre el PSOE y Batasuna. Este acuerdo no sólo imposibilitaría la mayoría absoluta de la coalición encabezada por Juan José Ibarretxe, sino que dibuja un nuevo escenario, cuando cada vez más dirigentes nacionalistas se atreven a pronosticar públicamente un final cercano de la violencia.

INCOGNITA POLITICA Desde la aprobación de la ley de partidos, PNV y EA han reivindicado el derecho de la izquierda aberzale a tener una expresión política legal. Sin embargo, la fórmula que parece haber materializado este deseo resulta sumamente llamativa. Salvo sorpresas, todo apunta a que el Gobierno tolerará la concurrencia de EHAK. Una eventual ilegalización tras los comicios no privaría de validez a los escaños de esta fuerza desconocida, cuyos teóricos fundamentos marxistas-leninistas no hacen sino sembrar de incógnitas lo que sería su práctica política durante la legislatura.

La primera voz que expresó sus sospechas fue la presidenta de EA, Begoña Errazti, quien llegó a sugerir que también el PP había otorgado su "aquiescencia" a un acuerdo para permitir la participación de EHAK. En privado, otras voces nacionalistas apuntan que el principal objetivo de esa jugada es impedir que PNV-EA obtengan la ansiada mayoría absoluta con la que negociar el plan Ibarretxe. E incluso recuerdan que en el propio socialismo vasco hay quien proclama que no será posible desalojar al PNV del poder sin el apoyo de una izquierda aberzale civilizada . En los últimos meses, la izquierda aberzale ha dado pasos significativos, con hechos tan reveladores como la carta de Arnaldo Otegi al presidente Zapatero y el posicionamiento de destacados presos de ETA en favor del cese de la actividad terrorista. Los dos años sin atentados mortales y la actual debilidad de la organización terrorista propician un marco favorable.

Además, los últimos posicionamientos políticos de Batasuna y los comunicados de ETA coinciden en arremeter, sobre todo, contra el PNV y el lendakari Ibarretxe. Con perspectiva, más de un nacionalista desconfía ahora del caramelo envenenado que supuso el apoyo de Sozialista Abertzaleak al plan Ibarretxe.

Esta situación incomoda enormemente a los dirigentes peneuvistas, que siempre han lamentado la falta de respaldo del PSOE y el PP para buscar una salida dialogada a la violencia. La nefasta experiencia del Pacto de Lizarra, cuando el nacionalismo moderado se sintió traicionado por ETA y lapidado por socialistas y populares, contrasta con la convicción de que ahora se está dibujando un proceso en el que no son protagonistas.

GRITOS AL LENDAKARI "Ibarretxe español". Ese fue el grito que escuchó, por su parte, el candidato de PNV-EA al entrar al vicerrectorado de la Universidad Pública Vasca (UPV), en Vitoria. Era el recibimiento preparado por dos decenas de jóvenes que, con pancartas de Batasuna, hicieron pasillo a Ibarretxe entre consignas contra el PNV. El lendakari, que ensalzó el sistema educativo vasco, pidió a los asistentes que huyan del insulto.