Joseba Egibar perdió ayer otra batalla interna después de que, tras más de cinco horas de reunión, la dirección del Partido Nacionalista Vasco le obligara a dar marcha atrás en su decisión de ceder tres concejalías del municipio de Lizartza (Guipúzcoa) a la izquierda aberzale ilegalizada. La dirección del partido, el Euskadi Buru Batzar (EBB), confirmó que será "retirada" la propuesta que ayer publicaba el Diario Oficial, según la cual Egibar daba entrada en la corporación que preside a dos integrantes de la lista que había ilegalizado el Supremo, y a la madre de un preso de ETA.

La ejecutiva peneuvista confirmó su acuerdo cerca de las 10 de la noche en una nota que eludía referencias críticas al presidente del partido en Guipúzcoa. Con un claro interés en reconducir la situación con el menor coste interno, el EBB valoró "positivamente" el intento de Egibar de "buscar vías legales" para la participación política.

EL SILENCIO POR RESPUESTA El texto destacó la imposibilidad de que el PNV se responsabilice de "comportamientos, actos u omisiones" que pudieran realizar bajo las siglas peneuvistas las personas propuestas por Egibar.

Egibar mantuvo anoche silencio. Desautorizado dos veces en apenas siete días por Josu Jon Imaz, con quien compitió por la presidencia del PNV, el delfín de Xabier Arzalluz recibió ayer el mismo apoyo a su iniciativa por parte de la plataforma ilegalizada AuB. También la dirección de Batasuna había alabado la propuesta. Sin embargo, el delegado del Gobierno, Paulino Luesma, barajaba la posibilidad de recurrir a los tribunales si no se rectificaba la decisión.

La dirección del PNV volvió a arremeter contra la ley de partidos, "que ha privado de representación política" a un sector de la sociedad vasca. Además, los peneuvistas se comprometieron a seguir "explorando y posibilitando" cauces de participación a "todos los colectivos".