Un viraje de 180º en su hasta ahora ácida política de oposición. Eso es lo que hizo ayer el Partido Nacionalista Vasco (PNV) al anunciar por sorpresa una oferta de pacto de "estabilidad presupuestaria e institucional" a todas las fuerzas políticas, pero especialmente dirigido al Partido Socialista de Euskadi (PSE), con el confesado objetivo de afrontar juntos la crisis económica.

Un comunicado de la ejecutiva tras finalizar la cita semanal en Bilbao sirvió para anunciar la nueva disposición de los peneuvistas a un gran acuerdo a pesar, recalcaron, de que el lendakari Patxi López no ha respondido a las propuestas que le presentó en junio Iñigo Urkullu.

La razón oficial de esta nueva actitud del grupo nacionalista es la gravedad de la recesión, según afirma el PNV en la nota.