El PNV no tiene prisa en cerrar la puerta a un posible acuerdo con José Luis Rodríguez Zapatero sobre los presupuestos. De hecho, Iñigo Urkullu aprovechó ayer su discurso ante los miles de seguidores del partido reunidos en Foronda (Alava) para mantener la ambigüedad sobre su posición final y dejar claro que, si optan por pactar, será por "responsabilidad institucional y por el interés de Euskadi".

Esta posición abierta contrastó con el rechazo del líder de Unió, Josep Antoni Duran LLeida, en la celebración peneuvista. Recalcó que la intención de CiU de presentar una enmienda a la totalidad de los presupuestos generales del Estado es "prácticamente" definitiva. Adujo que "difícilmente" puede surgir, en el proyecto que se lleve a las Cortes, alguna novedad que les haga cambiar de opinión.

SORPRESA De hecho, Duran insistió en sus críticas a la subida de impuestos anunciada el sábado por el Gobierno. Dijo que está destinada a tapar agujeros y que, tal y como está planteada, puede fomentar que haya un repunte de la economía sumergida.

El PNV se mostró más cauto. En principio será hoy cuando la ejecutiva analice las modificaciones fiscales y sus posibles repercusiones en las haciendas vascas. No obstante, el diputado Josu Erkoreka reconoció cierta "sorpresa y no halagüeña" ante el alcance del aumento de impuestos "más generalizado".

Erkoreka se confesó también preocupado por la posibilidad de que "vaya tomando cuerpo" la tesis defendida por "algunos socialistas" de que "el blindaje" del concierto económico se resuelva de una forma distinta a la acordada por unanimidad en el Parlamento vasco, y que remite a algunas modificaciones puntuales de la ley orgánica del poder judicial y del Tribunal Constitucional. Se trata de dar rango de ley a las normas forales para protegerlas de recursos.

DESCONFIANZA Urkullu dejó claro que para el PNV es vital "garantizar" el concierto y que esa será una cuestión clave en la eventual negociación con el Gobierno. De todas formas, y pese a manifestarse abierto al diálogo sobre las cuentas, el presidente del PNV también apuntó que nada invita a la esperanza "viendo lo mal que lo está haciendo Zapatero, su falta de rigor y la situación política en la que está". Otros miembros del partido enfatizaron que "fiarse" de Zapatero a estas alturas podría hacer dudar de que los dirigentes del PNV sean gente espabilada.