El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, puso ayer plazo a ETA y advirtió de que si no declara antes del próximo mes de julio una tregua "universal e irreversible", esto es, para todas las personas y todos los sectores y sin fecha de caducidad, su partido promoverá la movilización social contra la banda. No obstante, y a pesar de lanzar este aviso, reiteró su "confianza" en que la organización terrorista anuncie antes de esa fecha su retirada.

De hecho, el PNV contaba con que, a estas alturas, ETA ya habría declarado un alto el fuego. Lo reconoció Urkullu, aunque se negó a aventurar en público cuáles pueden ser las razones de la demora. Se limitó a decir que "es hora de demostrar la seriedad que se le debe a la sociedad vasca" dejando las armas y, en el caso de Batasuna, "sacando el conflicto de las calles".

SUPERAR EL INFANTILISMO El portavoz del PNV se quejó de que "llevamos 16 meses mareando la perdiz" y pidió al partido de Arnaldo Otegi que "supere" su infantilismo. Además, reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero que "humanice" la política penitenciaria y "evite desmesuras" de la Fiscalía, como la de pedir prisión para Arnaldo Otegi. El portavoz de Batasuna, Pernando Barrena, consideró "poco inteligente" que se pueda encarcelar a un interlocutor para el proceso de paz. Sugirió que toda la presión contra la izquierda aberzale persigue que respondan "con las tripas" y renuncien a su apuesta por la política.

Otegi acudió ayer, vigilado por la Ertzaintza, al hospital de Mendaro (Guipúzcoa) para una prueba médica debido a su bronquitis y decidida por el forense que le visita, siguiendo las órdenes del juez Fernando Grande-Marlaska. Este no ha fijado aún fecha para la declaración de Otegi. Mientras, la Audiencia Nacional ha aplazado el juicio en el que se le acusa de "enaltecimiento del terrorismo" por participar en un homenaje al etarra José Miguel Beñaran, Argala .