El PNV cerró ayer filas en torno a su dirigente Gorka Agirre, al que fuentes policiales han implicado en la red de extorsión de ETA desarticulada esta semana. Tanto el presidente del partido, Josu Jon Imaz, como el portavoz parlamentario, Xabier Agirre, defendieron la actuación de su compañero como destinada "exclusivamente" a buscar la paz.

Gorka Agirre, dirigente del partido desde hace más de 15 años y ahora responsable de relaciones internacionales, habría tenido contactos con Joseba Elosua, detenido el martes en la operación contra la red de finanzas de ETA. Imaz aseguró que los "posibles contactos" de Agirre pretendían "verificar" que el alto el fuego de ETA se está produciendo "en todos sus términos".