Podemos entra en la cuenta atrás hacia la asamblea ciudadana deVistalegre II enmarañado en una campaña negativa de efectos inciertos sobre un electorado que el sábado comenzó a votar y que podrá hacerlo hasta el 11 de febrero para decidir el futuro del partido. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón dicen en público sentirse avergonzados y marcan distancia del cruce de acusaciones, pero ciertos entornos fomentan discursos disruptivos que han sumergido a la fuerza morada en el fango.

El equipo del secretario general enmarcó este sábado a Errejón como un político que prefiere las moquetas a la calle, las corbatas a las coletas, la política de laboratorio a las movilizaciones, en un acto de presentación de su lista en la que no se escatimó en críticas al ‘número dos’ sin llamarle por su nombre. Juan Carlos Monedero le acusó directamente de "mentir".

En cambio, este lunes Iglesias ha dicho sentirse avergonzado por el cariz que está tomando la campaña, en especial por las críticas que el cofundador de Podemos Luis Alegre vierte sobre el grupo que rodea al líder a quienes acusa de “conspirar” para “destruir” al partido en un artículo en eldiario.es. “He sentido lástima por que se hable de Luis Alegre no por ser el filósofo más importante sino porque insulte a compañeros. Tengo que proteger la dignidad de los votantes, que están pasando vergüenza”, ha afirmado en una entrevista en RNE. Iglesias ha insistido en que “la gente no se merece el psicodrama que se está viviendo” y ha criticado que los dirigentes hagan “terapia” en los medios de comunicación.

Errejón, que este sábado pidió a sus simpatizantes ‘fair play’ y “ni una mala palabra”, se ha referido este lunes, también, a la reflexión de Alegre en su artículo. Preguntado por si efectivamente existe una camarilla alrededor de Iglesias que quiere tomar el poder, el ‘número dos’ ha venido a asumir la tesis. “Parte del entorno de Pablo no me quiere tan cerca o en posiciones tan relevantes como estaba antes”, ha reconocido. Errejón se ha negado a señalar a personas concretas pero ha confirmado sus discrepancias con el equipo que rodea a Iglesias que promovió, en navidades, lacampaña #ÍñigoAsíNo. “Las personas que participaron en aquella campaña han ido ocupando posiciones muy legítimas en torno a Pablo, pero no comparto ciertas decisiones y su alejamiento de la trasversalidad”, ha señalado en una entrevista en Radiocable.