El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pidió ayer al PP, sin citarlo, que deje de hacer indicaciones al juez Baltasar Garzón sobre lo que debe hacer y cuándo en la investigación que tramita en el caso Correa, la trama de corrupción que afecta al partido político que dirige Mariano Rajoy.

La declaración fue acordada por la comisión permanente del CGPJ después de que su propio vicepresidente, Fernando de Rosa, acusara al juez de "superar la línea roja de la prevaricación". El conservador De Rosa, miembro del CGPJ a propuesta popular, fue consejero de Justicia con Francisco Camps (PP), presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana y uno de los aforados implicados en esta trama.

Además, el Poder Judicial explica que las decisiones del juez solo tienen que ajustarse "a la forma y plazos establecidos en las leyes procesales". La decisión cuenta con el voto particular de la vocal Almudena Lastra, que reclamó la misma mesura para los miembros del CGPJ. El pleno de este organismo reexaminará esta cuestión el próximo jueves.

Sin embargo, el PP no se dio ayer por aludido. Anoche, la dirección del partido anunció que hoy presentará la querella que tenía preparada contra Garzón por prevaricación, porque no ha dejado el caso y dictado los autos de inhibición a favor de los tribunales superiores de Madrid, Valencia y otro tribunal autonómico o el Tribunal Supremo. Los populares sostienen que le han dado "un plazo razonable y normal" para abandonar el caso.

EL REGRESO Garzón se reincorporó ayer a su despacho tras sufrir una crisis de ansiedad el pasado viernes. El magistrado reanudará las declaraciones de la trama de corrupción del partido el próximo jueves y ha comenzado a preparar los autos de inhibición para los tribunales competentes.