El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco José Hernando, expresó ayer su "seria preocupación" por la reforma del Estatuto de Cataluña. Hernando sugirió que el Congreso de los Diputados debería hacer una consulta al respecto al órgano de gobierno de los jueces.

El presidente del Supremo hizo estas consideraciones a los periodistas en León, tras participar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en unas jornadas de jueces decanos.

Tras insistir en que la reforma del Estatuto le provoca inquietud, Hernando precisó que no se trata de una preocupación en general, sino "porque se trata de una reforma estatutaria de alto calado constitucional", una forma indirecta de señalar que el redactado del Estatuto catalán tal como está supone una modificación de la Carta Magna.

CAMBIO El PP también ha insistido en que se tramite en el Congreso como una petición de reforma constitucional por considerar que va más allá de un estatuto. Hernando añadió que todos los jueces y magistrados que integran el Poder Judicial han jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución "y en esa línea estará el presidente del Consejo General del Poder Judicial".

Asimismo, Hernando elogió la Constitución por haber avalado un sistema "que ha vertebrado a los españoles y les ha permitido situarse en el siglo XXI desapareciendo viejas cuestiones que no tienen por qué actualizarse".

Pese a que rechazó pronunciarse sobre cuestiones concretas del proyecto estatutario que el Parlamento catalán enviará esta semana al Congreso, sí pidió que se consulte al Consejo del Poder Judicial sobre su contenido. "Si el Congreso tuviera la deferencia de consultarnos y de emitir informe por una ley orgánica el Estatuto que afecta a la estructura de la justicia y a la reforma del sistema de justicia que actualmente poseemos, no debo anticipar ningún criterio personal, sino expresarlo en el momento en que lo conozcan mis compañeros del Consejo", afirmó el magistrado.

RESPETO AL REY Hernando rechazó comentar las palabras del Rey sobre la "indisoluble unidad de la nación española" recogida en la Constitución porque no cree que se deban comentar las palabras del jefe del Estado, salvo para decir que le merecen el máximo respeto.